Galletas de avena

Como hacer galletas de avena caseras

Galletas de avena y pasas

Galletas de avena y pasas

Aprende a hacer unas galletas de avena y pasas deliciosas, crujientes, y a la vez gomosas, con un sabor a mantequilla y canela, las mejores que he comido en mucho tiempo.

Con un centro húmedo y tierno, ligeramente crujiente por los bordes, endulzadas con azúcar moreno y, por supuesto, tachonadas con pasas para darle dulzura.

El azúcar que utilizamos en la receta, además de para endulzar las galletas de avena con pasas, también proporciona estructura y ternura.

Me gusta usar más azúcar moreno que blanquilla porque su sabor me gusta más, y el azúcar moreno contiene más humedad que el blanco, y por lo tanto produce una galleta más húmeda.

Y por si no fuera suficiente edulcorante, añado una cucharada de miel o melaza, que realza todos los maravillosos sabores de estas galletas de avena con pasas.

Como principalmente son de avena, hay mucha avena en la receta para que sepan bien a avena. La avena proporciona esa fabulosa textura masticable que ya conoces, y retienen la humedad.

No pueden faltar tampoco las pasas, que puedes sustituir fácilmente por chips de chocolate si, como le pasa a mucha gente, odias las pasas. Y también me gusta añadir nueces picadas, ya que aportan un sabor tostado y realzan la textura general.

La masa para galletas es bastante pegajosa, por eso hay que enfriarla durante unos 30 minutos antes de darle forma y hornearla. No mucho más, o las galletas no se extenderán.

Estas cantidades dan para 25-30 galletas.

Ingredientes

  • 230 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
  • 200 g de azúcar moreno
  • 50 g de azúcar blanquilla
  • 2 huevos L, a temperatura ambiente
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 1 cucharada de miel o melaza
  • 190 g de harina
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 y 1/2 cucharadita de canela molida
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 240 g de copos de avena
  • 140 g de pasas
  • 64 g de nueces tostadas picadas (opcional)

Modo de elaboración

Mezcla la mantequilla y los dos tipos de azúcar con una batidora de varillas, a velocidad media hasta que estén suaves, aproximadamente 2 minutos.

Incorpora los huevos de uno en uno, mezclando después de cada adición. Si es necesario, baja los restos de ingredientes que se queden en las paredes del bol.

Añade el extracto de vainilla y la miel, y mézclalo de nuevo hasta obtener una masa homogénea.

En un recipiente contiguo, tamiza la harina, el bicarbonato de sodio, la canela y la sal. Agrega esta mezcla seca a la mezcla húmeda y mézclalo bien, hasta que desaparezca la harina.

Incorpora los copos de avena, las pasas y las nueces (si las usas) y vuelve a mezclarlo lentamente. En este punto la masa tiene que estar espesa, y muy pegajosa. Introduce la masa durante 30-60 minutos en el frigorífico (déjalo la hora completa si no quieres que las galletas se extiendan demasiado).

Si lo dejas enfriar más tiempo (hasta 2 días), sácalo a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos antes de hornearlo.

Precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Forra dos bandejas grandes para galletas con papel vegetal.

Coge un porción de masa (aproximadamente 2 cucharadas de masa por galleta) y colócala en la bandeja (no hace falta aplastarlas ya que se bajaran a medida que se asienten), dejando una distancia de aproximadamente 5 cm entre una galleta y otra.

Hornéalo de 11 a 13 minutos hasta que las galletas se doren ligeramente por los lados, mientras que el centro todavía esté suave. Recuerda que continuan cocinándose una vez sacadas del horno, y al enfriarse se endurecen, así que no te pases de cocción.

Sácalas del horno y deja que enfríen en la bandeja durante 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que enfríen completamente.

Notas de la receta

Conserva las galletas en un recipiente cerrado o cubiertas a temperatura ambiente, hasta por una semana. También puedes congelar las galletas horneadas, o la masa de galletas sin hornear, hasta tres meses. Cuando quieras utilizarlas, hornea las bolas de masa congeladas durante un minuto más, sin necesidad de descongelarlo.

Remoja las pasas en agua tibia durante 10 minutos antes de usarlas, esto las hace más tiernas y agradables. Asegúrate de secarlas bien antes de añadirlas a la masa.